Diary Of A Perverse

Woody Allen

Y, mis padres por fin se dan cuenta que he sido secuestrado y se ponen en acción rápidamente: alquilan mi habitación.

domingo, 11 de diciembre de 2011

"¿No me vas a llamar: Yonekuni?"






¡Oh... por... Dios! Mi primer fanfic yaoi CON LEMMON... :O!!! Aaaah osea que emoción encontrar por fin la categoría de Sex Pistols :) ¬¬ que por cierto estaba como Love Pistols debi haber empezado a buscarlo así, en fin... soy la primera también en subir un fanfic en la sección de español. Así que pido su apoyo dejandome reviews :) espero les guste... http://www.fanfiction.net/s/7629637/1/

sábado, 3 de diciembre de 2011

Las diez cosas que odio de ti...

N/A: Es un escrito basado en el poema de las diez cosas que odio de ti... o al menos eso trate. Ya saben, mis protagonistas son: Juliette, Romeo y otros personajes.  Bueno, aquí vamos...






"Si tuviera que elegir entre tú y un pastel de chocolate... elegiría al pastel de chocolate"

Odio como me hablas
Y tú forma de conducir.

—Me gustaría ser heladero... para lamerte sin parar.

—Y a mí, me gustaría ser vendedora de pastillas de menta... para que ya no te apeste el hocico. —dijo Juliette muy enojada, haciendole una seña obscena a uno de los chicos de su barrio. Cruzó la calle, cuando se asustó al ver un carro frenar casi arrollándola. Lo bueno que fue un "casi".

—Fijate por dónde vas, bomboncito...

— ¡Tú fijate como conduces, imbécil! —gritó Juliette, molesta. Era definitivo, le diría a Romeo que se cambiara de casa.

Odio tu corte de cabello
Y lo que llegue a sentir.

—¡Juliette-senpai!—gritó un gordito medio chistoso, corriendo hasta la chica que caminaba molesta por los malditos "piropos" que le habían dicho hace un rato.

— ¿Chouji? —reconoció enseguida la voz de su fiel amigo, y se detuvó volteándolo a ver. Grande fue su sorpresa al ver a Chouji, con una pequeña tira de cabello dividiendo su calva. Sintió pena, pero al mismo tiempo quería reír; pero se tenía que contener o su amigo se sentiría mal.

— ¿Vas a ver a Romeo? —preguntó el gordito, obteniendo una respuesta positiva por parte de ella. En realidad, sólo había asentido con la cabeza... no quería que notará su necesidad por reír.

» ¿Le puedes dar esto? Dijo que era la última moda en Paris...» dijo Chouji, dandole una revista de los cortes más horribles que podrían existir. No sabía si enojarse con Romeo por darle esa revista o golpear a su amigo por creerle a ese idiota.

Odio tus espantosas botas
Y que me conozcas bien.

—Chouji... ¿y las botas son para? —preguntó, mirando las botas piteadas que cargaba su amigo. ¡Por Dios! ¡No podía ni caminar!

—Es que en la revista dice... que no hay nada mejor que unas botas para lucir tu corte.—dijo ésto, pasándo su mano por el poco cabello que tenía.

Te odio hasta vomitar
Que bien va a rimar

—¿No te gusta?—preguntó Chouji, al ver la cara de malestar estómacal en su amiga.

—Hmm... see...—dijo Juliette con bastante desánimo.—Aunque... me gustaba más tu antigüo estilo... el estilo de Chouji. —acabando de decir ésto, le sonrió y se despidió para seguir con su camino; dejando algo sonrojado a su fiel amigo.

Odio que sepas pensar
Y que me hagas reír.

—¡Juliette!—Juliette se detuvo de nuevo, y miró al principe azul de Cenicienta aparecer.

—Dime...

—Vas a la casa de Romeo, supongo... ¿no?

—Sí.

—¿Y esa revista? ¿No me digas que cortarás tu cabello de esa forma?—preguntó, sorprendido.

—Ja, ja, ja... ¡No, para nada! Es de Romeo, me lo entregó Chouji... se lo llevaré.—dijo Juliette, riéndose un poco.

Odio que me hagas sufrir
Y odio que me hagas llorar.

—¿Por qué preguntaste si iba a la casa de Romeo?—preguntó Juliette, dejándo de reír.

—Bueno... es que... él ahorita no está, acabo de llamar a su casa y su madre me lo ha dicho.

—¿Qué? ¿Enserio?

—Sí...aunque me parece muy sospechoso.—dijo el principe azul, mirándola de reojo. Juliette lo miró, arqueó una ceja y se apegó la revista que llevaba a su pecho.

—¿A qué te refieres? —preguntó Juliette, incrédula.

—Lo llamé dos veces, la primera vez... me contestó... Bella. Realmente no sé que hacía ahí, pero...

Juliette miró al príncipe azul, y sintió ganas de llorar.

» Pero, no creo que sea nada malo. Bueno, ya me voy...» dijo el príncipe, echándose a correr.

Odio tanto estar sola
Que no hayas llamado aun,

Juliette sacó su celular, era extraño no tenía ninguna llamada, ningún mensaje de él. Intentó marcarle, pero... ¿y si era Bella quien le contestaba? ¡No! ¡No podría con aquel dolor tan grande! El libro de los fabulosos cortes del siglo 1465 cayó a sus pies. Se sentía tan sola en ese momento.

Pero más odio que no te pueda odiar
Aunque estés tan loco,

—No puedo...—dijo Juliette, sentándose en el suelo. Se abrazó a sí misma y comenzó a llorar; recordando lo que le había dicho aquel idiota que tenía como novio... todavía.

—Te amo...—le susurró a su oído, dejándose llevar por aquel aroma femenino que destilaba el cuerpo de su novia.

Ni siquiera un poco
Lo he de intentar.

—¿Juliette? ¿Qué haces aquí?—escuchó la voz de Romeo, y sintió su cuerpo estremecerse. No quería verlo, ni siquiera quería oírlo pero... debía admitir que muy en el fondo de ella  eso era mentira.

—Yo... sólo me cansé y descansar un poco.—dijo Juliette, limpiándose sus ojos. Antes de que se diera cuenta de que estaba llorando, aunque sabía que eso era demasiado.

—Hmm... ¿quién te hizo llorar? Y no me vengas con estúpideces de "no estaba llorando" o "se me metió una basurita en el ojo". Habla...

—Nadie...

—¿Llamaste a mí casa?—Romeo la miró, cruzándose de brazos—¿Te contestó Bella? ¿Mi mamá te dijo que no estaba? E incluso... ¿te encontraste con el idiota sapo azul de Cenicienta?—preguntó Romeo, serio. Juliette lo miró sorprendida y desvió su mirada hacia el suelo.

—Termina conmigo...—dijo Juliette a Romeo, mirándolo con los ojos llorosos.

—Primero que nada, no estaba en mi casa porque fui a comprar...—dijo, mostrándole una bolsa de pan—, no me llevé mi celular. Bella estaba en mi casa porque mi madre la invitó a hacer pastelillos... y ya te he dicho que no te acerques a él. Me repugna el hecho de que te mienta y que te intente tocar, así que no te quiero ver pláticando con él. Y con respecto a lo de terminar contigo, lo he hecho muchas veces... pero... ahorita estamos en público. —dijo Romeo, quedándo a la altura de Juliette empezándo a besarle el cuello.

—Es...es...espera...

—Te amo...—dijo Romeo, sonriendo ayudándole a pararse. Juliette sonrió, la próxima vez tenía que esperar a que le diera una razonable explicación, y... hablando de explicaciones...

— ¿Por qué le diste este libro a Chouji?


Momentos de inspiración.
Autora: Perfect Hell (Juliette Perverse)
Fecha: 03/12/11

martes, 15 de noviembre de 2011

Portada de Amour, amour...

Y los gemidos de dolor, fue lo que más lo excitó.
http://www.fanfiction.net/s/7555103/1/Aou_ou
Esta es la portada de uno de mis fanfics llamado: "Amour, amour". Inspirado en la canción de Rammstein, creo que jamás pensé escribir un fanfic de este tipo, pero bueno... eso salió.
Rating: M
Advertencias: OoC, Romance sádico, Violación, Gore, One shot, UA.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Crítica de Stephen King a Meyer

Stephen King, escritor de terror por excelencia y autor de best-sellers como Carrie, It o El resplandor, ha opinado sobre la saga de Crepúsculo. Stephen King afirma que Stephenie Meyer, la creadora de estos de jóvenes vampiros, es una escritora mediocre, que escribe para chicas adolescentes y que es incapaz de crear nada que merezca la pena.
“La gente se ve atraída por las historias, por el ritmo, y en el caso de Meyer está claro que ella escribe para una generación de muchachas adolescentes que ve como se abre ante sus ojos la caja fuerte del amor en estos libros” y asegura que el mundo vampírico abarca algunos sentimientos para los que estas chicas todavía no están preparadas.
Stephen también comparó Crepúsculo con Harry Potter por dirigirse directamente a un público jóven, asignando la única diferencia en que la escritora de Harry Potter es una escritora fantástica y Stephanie Meyer, escritora de Crepúsculo, no puede escribir nada que merezca la pena no es muy buena.

Opinión personal:

¡El rey del terror ha hablado!
Realmente estoy de acuerdo con él. Esta escritora ha hecho que los vampiros pierda toda su fama que tenían, los ha convertido en una especíe de seres... páteticos. ¿Qué paso con esos vampiros que eran aterradores y no podían salir más que en la noche por el sol los MATABA?

Los libros (los cuales me matan de aburrimiento) y la película (que no es más que una simple historia cursi de amor) no son más que... la poca imaginación que tiene la autora. Pero, puedo poner muy buenos ejemplos acerca de autoras muy buenas aparte de Rowling, como lo es Anne Rice.

No se ofendan, recuerden que estoy diciendo que: tanto los libros como las películas son malos. Los actores son buenos, debo decir que me encanta Taylor Lautner soy una fanática de él (del actor no de la historia que creo Stephanie Meyer), claro que hay películas más buenas en las que ha salido como en Sharkboy y Lavagirl... muy buena película y gran participación de él.

Lo único que me queda decir es: ¡Gracias Stephen King, por dar esa gran crítica!

viernes, 3 de junio de 2011

Cine








Un día en la capítal del cine, o sea, Cinépolis. Una chica iba de lo más feliz tomada de la mano de su novio. Era la primera vez que salían desde hace dos meses.

Juliette se le iluminaron sus ojos al ver todas las películas que se mostraban.

—La de, la de... más rápido y más furioso 5. ¡No espera! La de, la de... ¿Qué paso ayer? parte 2. ¡Ah no! Espera, espera... la de... la de...

—Podrías decidirte de una vez.—le dijo Romeo, sonriéndole burlón. Juliette hizo un pequeño puchero y observó con más calma las películas.

—La de... hmm... no sé... la de... ¿Qué paso ayer? ^^—dijo Juliette, apuntando el gran anuncio que tenían en Cinépolis.

—Está bien.—dijo Romeo, pidiendo los boletos. Volteó a ver a su novia y sus ojos parecieron salirse de su rostro. —O.O Juliette... todas esas cosas... ¿son para ti?—preguntó Romeo, viendo 2 palomitas grandes, dos refrescos GRANDES, unos nachos, un hot dog, unos chocolatitos m&m's, ¡ah! Y un agua para bajarse todo lo que compró.

—Sí, no pedí lo tuyo porque a ti las palomitas no te gustan. Y no sé si querías nachos, hay lo pagas... siii mi amor ^//^—dijo Juliette, hablándole de una manera tan tierna que Romeo sólo pudo asentir, aunque realmente ya no se pidió mucho. (Por no decir nada)

Los dos pasaron a la sala, viendo... nada. Las luces ya estaban apagadas, y Juliette apenas y podía caminar entre los asientos. Sentándose sin saber dónde.

—Amm... señorita, podría quitarse de encima.—pidió el principe azul de Cenicienta, la cual se encontraba al lado de él, queriendose tragar a Juliette sólo con la mirada.

—Lo siento, no te vi ^//^—dijo Juliette avergonzada levantandose. Buscando a Romeo, el cual se le había perdido.— ¡Romeo! ¡Romeo!

— ¡Ssshhhhhhh!

—Ay chocantes, ni siquiera a empezado la película. ¬¬

— ¡Ssshhhhhh!

—Ahorita va a empezar el comercial de Coca Cola ¬¬

—Saquenla.

—Sí, que se salga.

Juliette estaba apunto de decir algo, cuando una mano la jaló para que se sentara.

—¿Romeo? ¿Eres tú?

Juliette sólo pudo ver como aquel hombre en la oscuridad asintió. Volteándola a ver, aunque realmente no se veía nada.

—¿Puedes creer que dijeron que me sacaran? Tonta gente, si yo también pague ¬¬—se quejó Juliette con "Romeo".

—Besáme...—dijo una voz ronca, que Juliette no pudo adivinar quien era; pero que sí la hizo sonrojar pensando que era el amor de su vida.

—¿Pensé que no te gustaban los besos a oscuras? O//O—dijo Juliette, bastante sonrojada... cuando estaba apunto de darle el beso...

—¿Qué estás haciendo?—dijo Romeo, sentado detrás de ella.

—¿Pues no ves? Apunto de besarte...—le contestó Juliette, viendolo iluminado por la luz del celular...viendo al de a lado.

—Hola...—saludó el principe de Bella, Juliette lo único que hizo fue gritar y darle un "pequeño" golpe en la nariz.

Momentos después de ser sacados del cine.

—No debiste dejarme. Ò.Ó—dijo Juliette parando, viendo a Romeo caminar desinteresado con las manos en los bolsillos.

—No te deje, tú te adelantaste. Ò.O

—Ah, sí claro... ¿y por eso Bella estaba sentada al lado tuyo? ##¬¬

—De hecho, sí. Fue tu culpa... por no alumbrar con tu celular.—dijo, tranquilamente y continúo caminando.

—Eres... eres... jamás en mi vida vuelvo a salir contigo.—dijo Juliette aventándole su zapato en la cabeza. Romeo la volteó a ver y se acercó a ella.

—La próxima vez, que vengamos al cine. Recuerda que yo nunca te pido los besos, yo sólo tomó los que se me ofrezcan.—le susurró en el oído y la besó lentamente, haciendo estrago en Juliette. A los pocos segundos separándose, viendo a la gente que soltaba un tierno: "Aawww".

— ¿Podemos ver otra película?—pidió Juliette, sonrojada. Romeo sacó su cartera y sonrió.

—Hmm... claro. Pero la próxima salida, será dentro de tres semanas.

—Sii ^//^

¿Qué hacerle? Esa noviecita le había tocado, viendo de reojo al príncipe de Bella formando una sonrisa algo sádica. Después ese infeliz se las pagaría.

Momentos de inspiración.
Autora: Perfect Hell (Juliette Perverse)
Fecha: 03/06/11

jueves, 28 de abril de 2011

Una pelea a muerte

"Mata al cuerpo y la cabeza caerá sola"


Juliette maldijo una vez más, hasta ahorita le había parecido un día agradable hasta que ella apareció. Era fea y escurridisa, aunque debía admitirlo... era rápida. Siempre la andaba moleste y moleste, ya se había cansado de ello. Esa forma en que frotaba sus manos de una manera tan sospechosa, y esos grandes ojos viendola. Podría jurar que tramaba algo, Romeo había salido a comprar algo de comer y ella se había quedado sola con su PEOR enemiga.

—Estúpida, ahora verás.— dijo Juliette, lanzandóle un puñetazo; pero que ésta esquivó facilmente.  Su enemiga mortal la atacó en la frente, Juliette se llevó sus manos a ésta y soltó un gran ¡Ouch!

—Con que esas tenemos ¿eh? Vamos, da la cara maldita.—dijo Juliette y volvió a intentar golpearla. Llevaba media hora batallando con ella, y no lograba darle ni un sólo golpe.

Romeo llegó y la miró de una forma extraña.
¿Qué hacía su novia peleando con una mosca? Suspiró, tomó el repelente y roció a la mosca. Lo único que escuchó después fue un grito de victoria de su linda novia.

— ¡Te lo dije estúpida!— gritó Juliette.
—Era sólo una mosca O.Ó —dijo Romeo, arqueando una ceja. En cuestión de segundos, recibio un gran abrazo de su novia y varios besitos en la boca.
— ¡Te amo, Romeo! ¡Eres el mejor!—Romeo sonrió algo embobado por tal afecto, prefiriendo callarse. Después de todo que Juliette Perverse te consideré un heroe y que te de un premio por ello no pasa todos los días.

Momentos de inspiración.
Autora: Perfect Hell (Juliette Perverse)
Fecha: 28/04/11

domingo, 24 de abril de 2011

Juliette conoce al hombre Polilla OwO

Notas: Ok, este es una entrada algo rara; pero en fin. ¡Hago lo mejor que puedo! xD





"¡Oh no! ¡Es el hombre polilla! ¡CORRAN!"

Juliette se encontraba sentada en una banca del parque. Comía ansiosa un rico helado de fresa ¿o de vainilla?, en fin. Pongámosle de chocolate.

—Tonto Romeo, se ha atrasado ¬¬—dijo, comiendo un poco más de su tercer helado. Las comisuras de su boca estaban totalmente sucias, y tenía un poco de éste en la... ¿frente? Sí, en la frente. Juliette suspiró, era la quinta vez en esa semana que Romeo la había hecho esperar.

—Disculpa, ¿me puedo sentar aquí?—preguntó un tipo de voz extraña. Juliette ni lo volteó a ver, sólo hizo unas señas con su mano, dandóle a entender que le daba igual.

—Ese tonto, no sé ni porque sigo con él. Sí, claro... si mi madre me lo dijo: "Romeo y Julieta" como ese tonto libro, de ese tonto actor, autor, escritor, poeta... hay lo que sea. Romeo y Julieta, si me dieran una moneda por cada que me hacen burla con eso, ya sería millonaria, pero que cosas digo... sí, ¬¬ ahorita todos andan en crisis. Probablemente, se negarían a pagarme.

Juliette seguía esperando con paciencia a su Romeo Sadistic. Suspiró al ver que no tenía caso seguir maldiciendolo. Miró al hombre que se encontraba sentado a su lado, y sonrió. Tenía una apariencia graciosa: era alto, con plumas en su cuerpo y ojos rojos. Era chistoso.

— ¡Hola!—saludó Juliette con motivación. El hombre la vio y sonrió.

— ¡Hola!—contestó el saludo el hombre.

—¿Está esperando a alguien...?

—Emm... Algo así, ¿y tú?

—Pues, sí. Aun tarado, bueno para nada, infeliz. Pero, sí lo estoy esperando.—sonrió.

—¡Que bien! ^^

—Pues ni tanto. Le gusta el espagueti, a mí me gusta el espagueti. Le invito un plato de espagueti, Romeo lo
cocina muy bien... OWO

—No, yo no como espagueti. ^^

—Aaahh... ¿no? ¿No le gusta?

—No es eso es que...

—Aja...

—Es que...

—AJA...

—Yo... como personas ^^

—Aaahhh con razón. —dijo Juliette, sonriendo. Pasando diez segundos para tratar de conectar los
cablecitos en su cerebro.

—Usted, us...usted, es, es... ¿EL HOMBRE POLILLA?

—Sipi.

—AAAAHHH CORRAAAAANNN DESGRACIADO INFELIZ CASI ME COMES Y YO NI EN
CUENTA, CUANDO VENGA ROMEO VERÁS...!!!—grita Juliette, agarrandolo de saco de boxeo. Pateandole la ingle, el estómago y casi quitandole las plumas. Corriendo despavorida por "su vida".


Y así es como Juliette Perverse conoció al hombre Polilla ^^.


Momentos de inspiración: Juliette Perverse /Perfect Hell
24/04/11 23:11 hrs.

domingo, 30 de enero de 2011

Viceversa

"Nos hemos tomado en serio aquello con lo cual sólo nos estaba permitido bromear (y viceversa)."


Viceversa


Tengo miedo de verte
Necesidad de verte
Esperanza de verte
Desazones de verte
—No quiero.
Romeo empezó a impacientarse, su linda novia se encontraba demasiado triste y asustada para escucharlo siquiera. No por nada lo conocían como: “Romeo Sadistic”.
—Por favor. —volvió a suplicar.
—No. —negó ella, nuevamente. Intentó verla a los ojos, pero los lindos ojos verdes de Juliette se negaban a intercambiar alguna mirada con los ojos cafés oscuros de él. Romeo suspiró, llevaba medía hora queriendo que lo viera a los ojos y ella simplemente se negaba. Quería decirle: ¡Oye, te amo, entiéndelo!, sin embargo ella se rehusaba. Notó a ella mirarlo de reojo, no dijo nada. Sólo la observó, notando enseguida que ella lo veía con disgusto. Era normal, anoche sí que se había pasado de copas.
Había terminado en la cama de otra y con una Juliette sumamente enojada, llorando a “mares”. No le gustaba que lo viera de esa forma, su mirada era tan confusa. Tanto que podría jurar que a veces pedía un abrazo con sólo mirarlo. Romeo se levantó con un poco de frustración–frustración con sí mismo–, la tomó de los hombros y juntó su frente con la de ella. Las lágrimas de Juliette no pasaron desapercibidas en ese momento, haciéndolo sentirse como la peor escoria del mundo. Empezó a recordar lo que había pasado y sus ojos cafés se volvieron un poco más oscuros.

Tengo ganas de hallarte
Preocupación de hallarte
Certidumbre de hallarte
Pobres dudas de hallarte

Se encontraba en un bar de la ciudad, todo estaba en silencio en ese momento. Romeo pidió otra botella de Buchanan’s*–la tercera de la noche–. Su cabeza le daba vueltas y se sentía algo mareado por el olor a cigarro y  a aceite quemado–probablemente de un carro de afuera–. Sintió ganas de vomitar, tragó saliva esperando a que su estómago se tranquilizara. Una chica rubia se le acercó, Romeo la miró de pies a cabeza.
«Una puta» pensó. La rubia le sonrió y empezó a hablarle de forma coqueta–o al menos eso era coqueto para ella–.

Romeo cerró un poco los ojos, tratando de que su segunda mente dejara de estarle colmando la poca paciencia que tenía en ese momento. Se había peleado con Juliette, era la quinta vez en este mes.
—Vamos. — Romeo se levantó y agarró a la sexoservidora que estaba enfrente de él, pagó la cuenta y se marchó a su casa. Entró, tambaleándose un poco debido a la borrachera. Hizo el amor con ella, imaginándose que era Juliette la que estaba debajo de él en ese momento. Se maldijo un par de veces por compararla con una «puta». Romeo atrapó las manos de ella, evitando que ésta rasguñara su espalda. Fue en su segundo orgasmo cuando escuchó un quejido de terror y el sonido de la puerta abrirse. Miró sorprendido a la chica de cabello negro, mirarlo con una furia salvaje hacia él, su corazón se comprimió al sentir la mano de ella sobre su mejilla, marchándose de ahí con un fuerte portazo haciendo resaltar su ira. Romeo miró a la sexoservidora con la cara aún sonrojada, debido a que ella había tenido cinco orgasmos.

Romeo se desapartó de ella, comenzó a vestirse. Sus manos temblaban, denotando todo el nerviosismo que sentía en ese momento. La borrachera, ya se le había bajado. Corrió desesperado a la puerta y vio al carruaje de Juliette marcharse. Pagó a la prostituta y salió en busca de su amada.


Tengo urgencia de oírte
Alegría de oírte
Buena suerte de oírte
Y temores de oírte

— ¡Déjame, déjame! ¡Te odio! —le gritaba Juliette, jaloneándose ante el agarre de él. Los padres de ella le habían tratado de impedir la entrada, pero éste como todo un buen «caballero», los empujó y corrió hacia la habitación de ella; cerrando la puerta con llave y guardándola en la bolsa de su pantalón. Ahora, se encontraba tratando de explicarle todo.
»No quiero escucharte, entiéndelo. » Continuo Juliette, Romeo se frustró al ver a ella poner sus manos en sus orejas. Las desapartó con fuerza y Juliette se jaloneó nuevamente.
— ¡Por favor, óyeme! ¡Déjame explicarte! — dijo Romeo, exasperado. Sintió a ella temblar, con esa reacción supo todo: tenía miedo.
O Sea
Resumiendo
Estoy Jodido
Y Radiante
Quizá Más Lo Primero
Que lo segundo
Y también
Viceversa.
—Y eso es lo que pasó. —dijo Romeo, de vuelta a la realidad; sus frentes aun seguían pegadas. Sin separarse ni una de la otra, las manos de Romeo cambiaron de posición y tomó el rostro de Juliette, viéndola a los ojos.

La miró sonreír levemente y él también sonrió. Besándola, ignorando el escándalo que hacían los padres de ella para tratar de abrir. Puso sus manos en los pechos de ella y los apretó encima del corsé. Se sentía también poder hacer eso, sintió a Juliette ceder un poco más ante sus caricias y en unos cuantos segundos ya estaba ella sin el estorboso vestido más que con sus finas prendas íntimas.  Romeo la hizo suya, ignorando los gritos de los de afuera–exigiendo saber que era lo que estaba pasando ahí adentro–. Gemidos y jadeos eran lo único que se podía escuchar, cosa que realmente excitaba a Romeo.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó Romeo, acostado al lado de ella, abrazándola de su cintura. Inhalando el delicioso aroma dulce que desprendía el delicado cuerpo femenino.

—No lo sé. Feliz, supongo. —dijo Juliette con una sonrisa en su rostro— ¿Y tú?

Romeo suspiró, haciéndole cosquillas a ésta debido a que su aliento había chocado con su cuello– el punto débil de la chica–.
—Jodido y Radiante, feliz y satisfecho. En fin, viceversa.

Escucha la risa de Juliette hacer eco en la habitación y se quedó dormido en el pecho de ella. Todo estaría bien, mientras ella permaneciera a su lado. Todo estaría bien, mientras solucionaran los problemas de esa forma tan placentera. Y, sobre todo… todo estaría bien, mientras sus padres no encontraran a algún cerrajero.






Momentos de inspiración.
Autora: Perfect Hell (Juliette Perverse)
Fecha: 30/01/11
Notas de la autora: El  escrito es mío, el poema no. Gracias Mario Benedetti por crear este maravilloso poema de "Viceversa". Has logrado que mi inspiración fluya y se transforme en este pátetico escrito.

domingo, 23 de enero de 2011

Querido diario...* Parte I

"Mi más confiable amigo"



“Querido diario:
Hoy es un día común y corriente, me he levantado, he ido a la escuela e incluso me atreví a hablarle a ese chico que tanto me gusta. Desgraciadamente, Felicia se acercó junto con su buena aura “blanca” y me lo quitó. No es que me lo haya arrebatado, pero… es una idiota. Sí, de eso sí estoy segura.
¡Oh! Se me olvidaba, también golpeé a un tipo. Me tocó el trasero y por supuesto, que no se iba a quedar así. Tal vez, haya sufrido una hemorragia nasal… no estoy segura. En fin, después de golpearlo miré a Romeo con una expresión de miedo en su rostro y con Felicia al lado de él con esa estúpida sonrisa burlesca que tanto odio. Sabes querido diario, a veces quisiera romperle esa nariz operada y picar con una aguja esos senos operados, enésimas de veces. Sería grandioso verla llorar por sus senos falsos explotados, jeje ^^. Bueno, no es que me caiga mal… es que la verdad sobrepasa la palabra “mal”.
Ahora Romeo pensará que soy una monstruo. O una abusona. En fin, no me importa lo que piensen los demás de mí. Quiero decir, yo soy Juliette Perverse y nadie puede hacerme llorar, desgraciadamente él no es nadie.”
Juliette guardó debajo de su almohada su lindo cuaderno negro con toques rosados y se recostó, cerrando sus ojos para soñar. Para adentrarse en su propio mundo de fantasía.


Momentos de inspiración.
Autora: Perfect Hell (Juliette Perverse)
Fecha: 14/01/11


 

sábado, 22 de enero de 2011

Sopa Maruchan

"Un hombre hambriento es un hombre enojado."
James Howell




—Mmm...— hizo una expresión de estar disfrutando la delgada tira que desaparecía por su boca.
—No puedo creer que te guste de ese sabor. —comenté y enredé más tiras a mi tenedor, engulléndolas en unos cuantos segundos.
—Déjame. —dijo, pude notar que su ceño se había fruncido.
—Yo sólo daba mi opinión.
—Nadie la pidió. —dijo con un tono molesto.
Pasó un momento de silencio en el que ninguno de los dos dijo nada.
—Prefiero las de habanero.
 —¬¬, ya basta.
—Sólo…
—“Sólo daba mi opinión” —se burló de mí, haciendo una voz media fémina.
—¬¬, no tienes que portarte como un inmaduro.
—“No tienes que portarte como un inmaduro” —siguió con esa misma voz fastidiosa.
—¬¬, ya me callo.
Él sonrió triunfal y siguió comiendo su estúpida sopa maruchan de chile piquín.




Momentos de inspiración.
Autora: Perfect Hell (Juliette Perverse)
Fecha: 22/01/11

viernes, 14 de enero de 2011

Reunión


¡Siempre preguntá primero a quién van ir a visitar!
—No. —por enésima vez me negué, por enésima vez volví a golpear la mesa y por enésima vez sentí ganas de golpearlo.
—Ya te lo dije, no quiero que te quedes sola.
—Entonces, no te vayas. —dije con un puchero en mi rostro. Él me observó por unos cuantos segundos, tal vez minutos… se acercó y tomó mis manos, yo las desaparté, siempre hacía lo mismo cuando me iba a decir alguna sus lógicas o “razonables” explicaciones.
—Juliette…
—Nada. —Le puse el dedo en su boca—Olvídalo, vete si te vas a ir.
Me paré y me fui enojada a mi habitación. Cerré con un gran portazo que estoy segura que se movió la lámpara colgante que teníamos.
Tonto, idiota y desconsiderado. Sí, eso era.
—Lo odio. —dije y me abracé a mí misma. Escuché la carreta llegar y vi por la ventana como subían los empleados sus maletas, sentí mis ojos humedecerse y los limpié antes de que las lágrimas se salieran de estos.
Escuché unos suaves golpes en la puerta. No contesté.
—Juliette, ya me voy.
Seguí sin contestar. El suspiro de él llegó hasta mis oídos, un sonido de llaves rompió el silencio que se había formado. Corrí hacia la puerta, pero fue demasiado tarde… Romeo ya había abierto.
—Ya deja de comportarte como una niña.
Yo me volteé dándole la espalda, me cruce de brazos y fruncí el ceño.
—Déjame en paz, Romeo.
—No.
—Ya vete.
—No, hasta que me escuches.
—No quiero escucharte. —dije y me acosté en la cama. Sentí como se acostó al lado mío y empezó a acariciar mi espalda, subiendo hasta mi cuello–mi punto débil–sentí desfallecer al sentir como pasaba su lengua por éste.
— ¿Quieres, ir, conmigo? —dijo en suaves jadeos.
—Sí…—susurré. Volteándome y besándolo como si mi vida dependiera de ello.
Pasó la hora de sexo desenfrenado y yo iba de lo más contenta en la carroza con mi Romeo a mi lado.
Mi madre se sentirá feliz de verte de nuevo. —me dijo mirándome de reojo.
— (O.O) Tu, tu… ¿madre? —tartamudeé un poco y vi a él formar una sonrisa torcida. ¿Por qué demonios no le había preguntado a que “reunión importante” iba a ir? Ahora sí, estaba perdida.

Momentos de inspiración.
Autora: Perfect Hell (Juliette Perverse)
Fecha: 14/01/11

jueves, 13 de enero de 2011

Abecedario

 
"This is my sex"



*Abecedario
Así era de sencillo, así era de fácil. Pero su estúpida sonrisa en el rostro me desconcentraba por completo.
— ¿Tengo que hacerlo? —pregunté y él asintió.
—A.
—Anal.
—B.
—Beso. —me sonrojé al decir esto, ya que él me había visto con una ceja arqueada y su estúpida expresión burlona que siempre lo acompañaba.
—C. —prosiguió.
—Culo. —dije, soltando una pequeña risa.
—D.
—Demente.
—E.
—Egocéntrico.
—Mhm… basta. —sonreí al saber que lo estaba fastidiando. Él me había pedido que jugáramos ese estúpido juego, así que ahora se aguantaba.
—F.
—Follar.
—¬¬, dije que basta.
—Prosigue…—le sonreí y me senté en el sillón.
—G.
—Punto G.
—Eso no viene al caso ¬¬—me dijo, yo no pude retener una risa.
—H.
—Homosexual.
—I.
—Ilusiones eróticas.
—¬¬, Agh! Ya. —me dijo, enojado y yo sonreí. Tomé el control de la tele y puse una película candente.
—J.
—Joder.
—K.
Él sonrió con algo de triunfo, sabía que no podría encontrar ninguna palabra obscena para esta letra, pero…
—Kamasutra. —reí ante la cara de frustración de él y noté que pasaba su mano, seguramente para bajar el enojo.
—L.
— Lengua. —dije dándole un beso, empleando la palabra que utilice para esta letra.
—M.
—Masturbación mutua. —él me miró y se sonrojó. Yo reí y fije mi vista al programa pornográfico que pasaba en la televisión.
—N.
—No me sé ninguno.
—Ñ.
—Ñoñez.
—O.
—Mmm… Orgasmo. —dije con cierta sonrisa pervertida en mi rostro.
—P.
—Penetración.
—Ya… Juliette ¬¬, debería renunciar al juego.
—Tú pediste, ahora te aguantas. Siguiente letra.
—Q.
—Quiero chocolate.
—¬¬ eso no es una palabra.
Yo le mandé un beso y sonreí algo burlona.
—R.
—Romeo…—dije sonriéndole, él sonrió levemente. Él no era de mostrar muchas expresiones, aun así se acercó y me besó.
—T.
—Tarado. —susurré a escasos centímetros de su boca.
—U.
—Ur-gen-te. —pude observar el sonrojo en su rostro e hice una mueca parecida a una sonrisa.
—V.
—Vagina. —relamí mis labios y empecé a tocar la mencionada.
—W.
—What the fuck? —dije, riéndome.
—X.
—Películas XXX. —dije, riéndome.
—Y ¬¬—dijo, viéndome a los ojos.
—Yeii—grité con entusiasmo.
—Eso ni siquiera existe.
—Claro que sí.
—Claro que no ¬¬.
—Entonces, ¿Por qué lo grito cuando tenemos…?
—Ya, ya entendí. ¬¬ No tienes que ser tan específica.
—Z.
—Mhm… zorra —dije —Te falto una letra ¿sabes?
— ¿Enserio? ¿Cuál?
—La S.
—Mmm… —vi como se acerco a mi oído y empezó a morderlo.
—Sexo. —susurré antes de que él, se convirtiera en una bestia y me hiciera el amor cinco veces consecutivas.
— ¿Jugamos de nuevo? —me preguntó.
—Sí, pero… ahora yo pregunto.

Momentos de inspiración.
Autora: Perfect Hell (Juliette Perverse)
Fecha: 13/01/2011